Legionarios Españoles - Granadas - 1921/1927

Una vieja amiga del soldado, recuperada de la memoria en forma improvisada en la guerra ruso-japonesa y en las que le siguieron, obtuvo carta de naturaleza ¡como no! en la Gran Guerra: la granada. Y el Tercio entró en combate con diversos tipos de granadas, pero aprendiendo enseguida a sacar el máximo potencial de un arma vieja y a la vez nueva, pero que era excelente aditamento en el asalto y en los combates entre las peñas de los montes del Rif y Yebala. Ser designado “granadero” de una escuadra era un honor aureolado de las glorias antiguas que el nombre traen a la memoria de paisanos y militares por igual.